Cuando Hablo del Amor

Cuando hablo del amor, cuando lo enlazo en mis versos o escritos, lo hago convencida de este sentimiento. Escucho como algunas y pocas personas reniegan de este sentir, lo tildan de inexistente, de cursi y muchos epítetos más.

Con este decir no me estoy defendiendo ni pretextando para seguir escribiendo lo que por muchos años he hecho, pues para ello tendría que asumir que los conceptos que se vierten contra los seres que amamos y lo pregonamos como tal, sean propios, quiero hablar de porqué el amor es una palabra y sentir importante, como le he visto y como lo sueño, mis experiencias nada tienen que ver con las ajenas, hablo de las propias, ¿porque no agregar? que también puedo hablar de las que reflejan los seres que amo.

Cuando el ser humano ama, se vuelve permisivo, tolerante, cuidadoso, respetuoso, la sensibilidad le convierte en un ser noble, para con aquellos que son los receptores de su afecto.

Cuando amas abres tu interior sin mentiras o máscaras, eres espontáneo, versátil, creativo, liviano, sublime y porque no decirlo hasta casi etéreo.

Cuando amas el perdón resulta más fácil, los rencores raramente encuentran afinidad con tu ser, sueltas el egoísmo, dejando el yo para convertirlo en un nosotros.

Cuando amas comprendes más allá de tus deseos, renunciando aún a pesar de tus sueños, porque el amor no es egoísta.

Cuando amas te permites agradecer el amanecer de cada día, te permites disfrutar la lluvia que golpea los cristales de tu ventana, puedes percibir los aromas de las cosas y los seres vivos, los colores se perciben con luminosidad, la música se te hace necesaria para acompañar todas las emociones que surgen mientras eres posesa del amor.

Cuando amas la paciencia adormece a la prisa, puedes ver llegar las horas sin preguntar el porqué de los atrasos, aprendes a entender que los demás no son como tú, que hay quienes te superan y otros que necesitan de ti para superarse, cuando amas reflejas que antes aprendiste a amarte a ti mismo y con ello comprenderás que existen seres que están ahí, esperando a que alguien como tu comparta los secretos que le permiten estar en el mundo, bajo la luz de este noble sentimiento.

Cuando amas ves y haces recuento de tu historia, enmiendas o tratas de enmendar los errores que con tus palabras pudieron afectar a otros, aprendes a callar cuando entiendes que no podrás cambiar a otros, que si quieres seres especiales en tu vida, deberás ser antes especial tú para poder exigir lo que das.

Cuando amas, la sonrisa no es por obligación, simplemente esta nace del corazón, piensas que los días tienen pocas horas para poder apreciar tanta belleza, que tienes pocas manos para poder prodigar caricias, que tu boca no tiene la capacidad de poder decirle te quiero a todos esos que andan buscando la felicidad de amar.

Cuando amas comprendes que muchos en su afán de buscar el amor que te inunda, rompieron la lealtad y que a pesar del llanto que provocaron, los supieron perdonar, cuando amas haces una limpieza a tu alma, pones en cajas los resentimientos, los pesares, las frustraciones, haces un cambio a tu casa interior, abriendo ventanas para que entre el sol, cerrando la puerta para que no entre el rencor.

Sabrás que podrás encontrarme, que mi palabra será la tuya, que los senderos serán universales, que a ratos los caminos son estrechos y que si enlazamos nuestras manos, seguiremos derecho sin caer en precipicios de desolación.

Cuando amas solamente pides a la creación tener más tiempo para dejar fluir la inspiración.