El tejido que construye nuestro amor
fue creado con toda la ternura
de una mujer enamorada.
Una mujer que idolatra tus besos
y bendice tus caricias.
Ya que tu
eres el centro sagrado de toda su pasión.
Ni ver caer mil pétalos de rosas
se asemejaría a la sonrisa que brilla
en el rostro de esta enamorada.
Para ella no existe otro paraíso mas
que el que se vive con tu compañia.
Su felicidad solo es una;
pasar la vida a tu lado,
abrazando ese sentimiento de amor
que nos trae la felicidad cerquita al corazón.
viernes, 9 de noviembre de 2007
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